Navidad es guerra,
el pavo muerto entre aderezos humanos que se estrechan manos
Beso la mejilla fria de la solterona de la familia de ojos vidriosos,
la navidad es guerra mientras nos sentamos alrededor de una mesa de piedra a abrir las fauces para esbozar una sonrisa al tiempo que esperamos la cena aguada para aguar nuestras almas de una falsa representación humana.
Navidad de sangre, hoy nos vestimos de tu salsa.
Páginas
Queridos parientes
El último desgarro
Eres solo el cuerpo,
Solo un rostro.
Una nada.
Un simple soplo del viento,
las movidas montañas,
Todo llora una verdad anunciada.
Solo un rostro
Y el crepitar en tus oídos
De un sonido que se apaga.
Eres solo un cuerpo.
Un desgarro,
Una pena,
Una sonrisa seca.
Qué descubrir, para qué descubrir,
Si la verdad debajo de la verdad ha sido desenterrada.
La savia ha muerto de delirios.
Frío viento de pastizales caídos.
Corren las horas.
Ya no oyes ni el sonido de la muerte convirtiéndose en muerte.
Tan solo el dolor, líquido corrosivo.
Y un agujero en el mundo va devorándolo todo.
Liz Matta Durán.
Conversaciones y gardenias
La Tierra de tus ojos
Hay un ligero problema
con la lluvia que no es lluvia
y el centro de gravitacion
de la Tierra que no es Tierra
cumulo de tierra marciana o jupiteriana
cumulo de sal y lava,
hay un ligero problema
en mi centro, en la tierra desinfectada,
en los días putrefactos
que se acicalan de vida
la no vida planetaria.
Los ojos de tus cejas, tus orbitas llenas,
marron tierra,
hay un ligero problema con ellos
y con la muerte que destilan,
Me ahogo
(donde está la cavorita,
para huir de este exoplaneta)
porque sigues muriendo la muerte de una gran estrella
quemandote por dentro,
a traves de tus ojos tierra,
Y es que tal vez he robado tu iridiscencia
Me miras,
hay un ligero problema
con todo esto
(pienso)
Y un sutil misterio
que no he descubierto.
Porque tus ojos de mar, fuego y tierra
Tu muerte incierta,
absurda,
verdadera
Porque esto se inició con mis ganas de destrozarte entero.
Y entonces inhalé tu mundo,
tu tierra,
tu oxigeno,
tu clarividencia
de santo
de perro
de poeta
sin tierra
pero dueño de un mundo
Y entonces te inhalé entero.
Mueres?
Ese no es mi problema
pero te lloraré un minuto.
Escribe: Liz Matta Durán.
Cono de helado
Hay dolores clásicos hechos de vainilla y chocolate
Caminas y te relames, delicioso helado derramandose entre tus labios. Pasos cortos al igual que tus lamidas, caminas sin prisa, tan solo degustando, mañana hay clases/Mañana es el fin del mundo. ¿Y eso qué importa?
Alguien te tropieza
Tu lengua se congela sobre el hielo impidiendo una caída libre sobre el pavimento y vociferas como loca. Hijo de perra, gritas, ladras, las personas se apartan de tu lado de la acera. Púdranse escupes, y caminas de prisa...
Medio copo de nieve, en todo su decadente esplendor, todo tuyo, todo tuyo.
Colonizas la tierra fría de chocolate con tu lengua con un placer orgásmico. Ya no eres tú, eres una exploradora descubriendo un Ártico dulce. Mañana existe? Qué diablos significa eso, para qué pensar en algo que no sea.../ Quién diablos inventó el cerebro?.
Una lamida/doblas la esquina.
Otra lamida/te detienes(luz roja, no puedes cruzar).
Alguien te tropieza, el cono de helado se te resbala de los dedos,. Tu boca se convierte en un "O" inmenso (se te ven hasta las entrañas). El agujero negro que se forma en medio de tu rostro devora el "¡No!" que estabas a punto de gritar.
Ves todo en cámara lenta , el helado en u la perfecta caída libre impactando sobre las lineas peatonales, se vuelve una masa marrón/ como excremento puesto a la deriva. Parpadeas.
Luego oyes un "plap" de un objetonoidentificado / sujetonoidentificado y ahora todo, TODO se vuelve negro.
...
...
...
En medio de las líneas peatonales, una masa marrón de helado, las personas caminan a un radio de distancia de este.
Qué desperdicio (dice sujeto A)
Tirar al piso un helado,qué idiotas (sujeto Z).
Al costado de éste otra masa, amorfa y cubierta de moscas
A: ¿Es una persona?
Z: No, aquí no se cometen esas salvajadas
Algunas cuantas verdades que es mejor que no creas
(sangre negra que inunda todo el hemisferio)
y a los blancos crespones de primavera teñirse de invierno ónix al llegar Keres, fatales sinuosas
a arrebatar los colores del universo?
¿Has vislumbrado la muerte en carne, quebrando huesos y filamentos,
destrozando a la propia vida en las pieles de hombres, mujeres y niños?
Y los gusanos, los gusanos... royendo cual entes dentados los más poderosos
armazones de soldados más poderosos?
¿Has sospechado la muerte en el cuerpo de la virgen, desgarrandola en sus oraciones,
insospechada martir de la fiebre de creer en dioses que violan sus sueños?
Y de la muerte de los escribidores, presas de la propia idea de la muerte, que al imaginarla terminan convirtiendose en los insospechados creadores de ésta y pariendola para luego acabar degollados por sus propias progenies?
No, no te imagines. Simplemente sigue existiendo.
Y que tu dioses te amparen cuando hoy caiga la noche.
Tu solo sigue rezando.
Conversaciones perdidas con alguien desconocido o conmigo misma
Estúpida pantalla
Escrito por Liz Matta Durán.
Al seductor innato
Encuentro de ciudades perdidas
cual peste voy navegando entre tus profundos ríos,
agitaciones malsanas,
tiemblan mis radiaciones
al tocar tu muriente soledad putrefacta,
nos enlazamos en desesperada entrega,
tu malsana mente
y mi ahogado cuerpo,
entre la podredumbre de lo que
ahora son nuestras defenestradas polis,
abandonadas a la muerte ingrata,
del sabor amargo,
de este,
nuestro último encuentro.