Queridos parientes

Navidad es guerra,
el pavo muerto entre aderezos humanos que se estrechan manos
Beso la mejilla fria de la solterona de la familia de ojos vidriosos,
la navidad es guerra mientras nos sentamos alrededor de una mesa de piedra a abrir las fauces para esbozar una sonrisa al tiempo que esperamos la cena aguada para aguar nuestras almas de una falsa representación humana.
Navidad de sangre, hoy nos vestimos de tu salsa.

El último desgarro


Eres solo el cuerpo,
Solo un rostro.
Una nada.
Un simple soplo del viento,
las movidas montañas,
Todo llora una verdad anunciada.
Solo un rostro
Y el crepitar en tus oídos
De un sonido que se apaga.
Eres solo un cuerpo.
Un desgarro,
Una pena,
Una sonrisa seca.
Qué descubrir, para qué descubrir,
Si la verdad debajo de la verdad ha sido desenterrada.
La savia ha muerto de delirios.
Frío viento de pastizales caídos.
Corren las horas.
Ya no oyes ni el sonido de la muerte convirtiéndose en muerte.
Tan solo el dolor, líquido corrosivo.
Y un agujero en el mundo va devorándolo todo.

Liz Matta Durán.

Conversaciones y gardenias

- I -
Regresó a sembrar gardenias.
Pero muy pronto se dio cuenta de que estas nacían muertas

- II -
El joven era del color de las gardenias, con un toque oscuro, con cierto aire bizarro. Pero las gardenias estaban muertas. Y ella solo lloraba en silencio.

- III -
La primavera se había disfrazado de Muerte. Y es que ella tanto amaba el fuego de las tardes y las fragancias de las flores que la muerte ataviada de gardenias y telarañas la miró absorta. 
Y luego miró al de la piel sonrosada. 
Lloró. 
Lloró con todos los mares del infierno desbordandose por las vacias cuencas orbitales,
 lloró la lava del muerto sin pariente, 
la lava del muerto sin querencia , 
la lava del dolor sin remedio. 
Cogió entre sus óseos dedos el rostro de ella, 
la gardenia entre gardenias, 
la del sufrimiento sin sentido y amor por lo inhumano. 
Y ambas se tomaron de las manos. 
Se estremecieron. 
La muerte deshecha en llanto, comprendió…






(Pintura de Marianne Hornbuckle,"White Gardenias")
Escribe: Liz Matta Durán



La Tierra de tus ojos




Hay un ligero problema
con la lluvia que no es lluvia
y el centro de gravitacion
de la Tierra que no es Tierra
cumulo de tierra marciana o jupiteriana
cumulo de sal y lava,
hay un ligero problema
en mi centro, en la tierra desinfectada,
en los días putrefactos
que se acicalan de vida
la no vida planetaria.
Los ojos de tus cejas, tus orbitas llenas,
marron tierra,
hay un ligero problema con ellos
y con la muerte que destilan,

Me ahogo
(donde está la cavorita,
para huir de este exoplaneta)
porque sigues muriendo la muerte de una gran estrella
quemandote por dentro,
a traves de tus ojos tierra,
Y es que tal vez he robado tu iridiscencia
Me miras,
hay un ligero problema
con todo esto
(pienso)
Y un sutil misterio
que no he descubierto.
Porque tus ojos de mar, fuego y tierra
Tu muerte incierta,
absurda,
verdadera

Porque esto se inició con mis ganas de destrozarte entero.
Y entonces inhalé tu mundo,
tu tierra,
tu oxigeno,
tu clarividencia
                         de santo
                         de perro
                         de poeta
                         sin tierra
                         pero dueño de un mundo
Y entonces te inhalé entero.
Mueres?
Ese no es mi problema
pero te lloraré un minuto.




Escribe: Liz Matta Durán.

Cono de helado

Hay dolores clásicos hechos de vainilla y chocolate
Caminas y te relames, delicioso helado derramandose entre tus labios. Pasos cortos al igual que tus lamidas, caminas sin prisa, tan solo degustando, mañana hay clases/Mañana es el fin del mundo. ¿Y eso qué importa?
Alguien te tropieza
Tu lengua se congela sobre el hielo impidiendo una caída libre sobre el pavimento y vociferas como loca. Hijo de perra, gritas, ladras, las personas se apartan de tu lado de la acera. Púdranse escupes, y caminas de prisa...

Medio copo de nieve, en todo su decadente esplendor, todo tuyo, todo tuyo.
Colonizas la tierra fría de chocolate con tu lengua con un placer orgásmico. Ya no eres tú, eres una exploradora descubriendo un Ártico dulce. Mañana existe? Qué diablos significa eso, para qué pensar en algo que no sea.../ Quién diablos inventó el cerebro?.
Una lamida/doblas la esquina.
Otra lamida/te detienes(luz roja, no puedes cruzar).
Alguien te tropieza, el cono de helado se te resbala de los dedos,. Tu boca se convierte en un "O" inmenso (se te ven hasta las entrañas). El agujero negro que se forma en medio de tu rostro devora el "¡No!" que estabas a punto de gritar.
Ves todo en cámara lenta , el helado en u la perfecta caída libre impactando sobre las lineas peatonales, se vuelve una masa marrón/ como excremento puesto a la deriva. Parpadeas.
Luego oyes un "plap" de un objetonoidentificado / sujetonoidentificado  y ahora todo, TODO se vuelve negro.
...
...
...

En medio de las líneas peatonales, una masa marrón de helado, las personas caminan a un radio de distancia de este.
Qué desperdicio (dice sujeto A)
Tirar al piso un helado,qué idiotas (sujeto Z).
Al costado de éste otra masa, amorfa y cubierta de moscas

A: ¿Es una persona?
Z: No, aquí no se cometen esas salvajadas

Algunas cuantas verdades que es mejor que no creas

¿Has contenplado la muerte del crepúsculo para dar paso a la sangrante noche?
(sangre negra que inunda todo el hemisferio)
y a los blancos crespones de primavera teñirse de invierno ónix al llegar Keres, fatales sinuosas
a arrebatar los colores del universo?
¿Has vislumbrado la muerte en carne, quebrando huesos y filamentos,
destrozando a la propia vida en las pieles de hombres, mujeres y niños?
Y los gusanos, los gusanos... royendo cual entes dentados los más poderosos
armazones de soldados más poderosos?
¿Has sospechado la muerte en el cuerpo de la virgen, desgarrandola en sus oraciones,
insospechada martir de la fiebre de creer en dioses que violan sus sueños?
Y de la muerte de los escribidores, presas de la propia idea de la muerte, que al imaginarla terminan convirtiendose en los insospechados creadores de ésta y pariendola para luego acabar degollados por sus propias progenies?
No, no te imagines. Simplemente sigue existiendo.
Y que tu dioses te amparen cuando hoy caiga la noche.
Tu solo sigue rezando.


Escrito por Liz Matta Durán.

Conversaciones perdidas con alguien desconocido o conmigo misma


13/06/2015 14:24
Hoy estoy desahuciada e inconexa, las páginas se han ido volando al lugar de los duelos y escucho voces que no dicen nada. Hoy garúa y no es de pena...

13/06/2015 14:35
Y me grito, me desgarro presa de mí misma. Hoy no hay sentires, tan solo la cacofonía de la ciudad al despertarse y en mí un vacío sin epistemología.










Escrito por Liz Matta Durán


Imagen (screenshot de la película Qué extraño llamarse Federico)

Estúpida pantalla

Tan extrañamente alegre dolorosa,
como al caer la tarde
me sofoco entre la dureza del teclado
y la pérdida de mi memoria,
la fría pantalla de un computador portátil
cobra entonces el lugar de mi cabeza,
y dejo de pensar, para quedarme observando,
de nuevo dolorosa sofocada
tu rostro muerto
que me saluda
detrás del vidrio distante
de la maldita pantalla



Escrito por Liz Matta Durán.

Al seductor innato

Amo tu onanismo impío,
y que me dejes relegada,abandonada,
a merced de ansias innombrables,
Tu homosexualismo,
erótica bofetada,
a mis ansias alocadas,
a mis añoranzas de malditas palabras,
que tragas en tu boca.
No las sueltas, te las guardas,
estúpido tesoro,
de sílabas adornadas
por tus rosados labios,
tan prestos al rictus de odio,
inestimable tu silencio,
cargado de enojos,
de egolatría superflua. (...)

Escribe: Liz Matta Durán



Encuentro de ciudades perdidas

Ciudades perdidas en tu pecho,
cual peste voy navegando entre tus profundos ríos,
agitaciones malsanas,
tiemblan mis radiaciones
al tocar tu muriente soledad putrefacta,
nos enlazamos en desesperada entrega,
tu malsana mente
y mi ahogado cuerpo,
entre la podredumbre de lo que
ahora son nuestras defenestradas polis,
abandonadas a la muerte ingrata,
del sabor amargo,
de este,
nuestro último encuentro.



Pintura de Johan Barthold Jongkind
Escribe: Liz Matta Durán

Ser alguien, ser nadie

Cómo se es alguien
en la tierra de nadie,
cuando el viento, aire,
suelo, hieden a acritud y podredumbre
                                    (podredumbre exquisita)
cómo se es alguien
ante el dominio de invisibles dedos,
acariciadores lascivos,
envolventes,
cuando ser presa se torna irresistible,
el fango del smoke una vorágine calamitosa,
infierno que parece cielo,
cielo de inciertos ,
infames rostros de otros borregos
              (caminamos todos, presas ignorantes)
pastando todos del mismo contaminado pasto,
cómo ser alguien,
cuando todos iguales
y la misma mano,
la misma mano,
traza nuestros movimientos,
mientras nosotros pastamos,
solo pastamos.

Escribe: Liz Matta Durán

¿Amar?

Yo no sé amar, 
no sé del cántico de los enamorados, 
que aun silenciosos van gorjeando trinos
con los dedos entrelazados.
De aquellos solo sé 
por los versos de poetas muertos,
por los libros que escondo en mi cuarto,
y que por antiguos relatos
van existiendo entre las sombras,
para morir luego
dejándome en el alma
un sinsabor amargo.


"Muchacha" del pintor José Ferraz de Almeida Júnior.
Escribe: Liz Matta Durán.