El asesino está en el poema, Darío
¿Estamos existiendo aún?
A través de la estática oye la llamarada
Despliega el alma de la retina abisal y abrázame,
por sobre la oscuridad que tejen nuestros muertos
reptan por el hórrido sueño
mil arañas silenciosas
guijarros agitados y solitarios
La estática lo cubre todo. Te pierdo. Te pierdo.
¡Sentí!¡Darío! ¡Sentí! El esplendor del poema y su caída descomunal.
Mis manos tiemblan y no te hallo
Este cielo de horror lo cubre todo.
¿Estamos existiendo aún?
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