El último desgarro


Eres solo el cuerpo,
Solo un rostro.
Una nada.
Un simple soplo del viento,
las movidas montañas,
Todo llora una verdad anunciada.
Solo un rostro
Y el crepitar en tus oídos
De un sonido que se apaga.
Eres solo un cuerpo.
Un desgarro,
Una pena,
Una sonrisa seca.
Qué descubrir, para qué descubrir,
Si la verdad debajo de la verdad ha sido desenterrada.
La savia ha muerto de delirios.
Frío viento de pastizales caídos.
Corren las horas.
Ya no oyes ni el sonido de la muerte convirtiéndose en muerte.
Tan solo el dolor, líquido corrosivo.
Y un agujero en el mundo va devorándolo todo.

Liz Matta Durán.